Mérida, Yucatán, 31 de julio de 2019.-  Niñas, niños y jóvenes de Hunucmá, Tekax, Tixkokob y Tizimín de los Núcleos de Educación Musical del interior de la entidad, del programa “Ko’one’ex Paax”, disfrutaron el concierto de la Orquesta Sinfónica Infantil de México (OSIM) acontecido la noche de este martes en el teatro “Peón Contreras”, como parte de las acciones de vinculación y descentralización de la cultura que impulsa el Gobierno del Estado de Yucatán.

 

A través de esta actividad, las Secretarías de la Cultura y las Artes (Sedeculta) y de Cultura federal del Gobierno de México, extienden lazos de colaboración para que las y los músicos del territorio nutran sus conocimientos y la ciudadanía tenga acceso a diferentes espectáculos, siguiendo los ejes trazados en la materia por el titular del Ejecutivo, Mauricio Vila Dosal.

 

Con esta presentación, la OSIM inicia su gira número 28, que también abarcará Campeche, Tabasco, Veracruz y culminará el 4 de agosto en la Ciudad de México. Previo a su actuación, las y los integrantes del ensamble visitaron el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida (GMMMM) para recorrer sus salas y acercarse a nuestra cultura prehispánica.

 

La función tuvo la batuta del director artístico Enrique García Barrios y como titular asociado, a Roberto Rentería Yrene. En esta ocasión fue dedicada a quienes acuden a los Núcleos del referido esquema que opera la Sedeculta y se preparan para integrar futuras bandas y orquestas sinfónicas.

 

Para Zaire Irais Toloza Flota y Randy Daniel Escobedo Dzul, de la sede de Tixkokob, fue una noche mágica escuchar y ver en vivo a 130 integrantes de la OSIM, ya que no es lo mismo ver videos o reproducir audios que estar en un recinto como lo es el “Peón Contreras”, sobre todo estar cerca de numerosos instrumentistas que ya cuentan experiencia y recrean sonidos en un mismo espacio.

 

De Tizimín, Eugenia Margarita Navarrete Vivas y Wiliam Santiago Canul Tuz coincidieron en que la agrupación nacional es impresionante, que a su vez se convierte en ejemplo y motivo para luchar por sus sueños e integrarse a alguna orquesta de gran trayectoria y reconocimiento.

 

La pieza con la que inició el concierto fue el fragmento Júpiter, portador de alegría de Los Planetas de Gustav Holst a cargo de García Barrios. Enseguida, Rentería Yrene apareció en el escenario para dirigir tres obras, dos del ballet Romeo y Julieta de Serguéi Prokofiev, Los Montesco y los Capuleto, de la Suite número 2, Op. 64b y La muerte de Teobaldo, de la Suite número 1, Op. 64a, así como el Vals de la Suite Mascarada, de Aram Jachaturian.

 

De regreso, García Barrios explicó al público sobre la siguiente canción de Arturo Márquez, el Danzón número 9, la cual creó a petición de Gustavo Dudamel por la migración forzada que viven muchas personas, razón por la que tiene una parte apasionada y festiva, que deja salir lo que sentimos por nuestras hermanas y hermanos en esta situación.

 

Posteriormente, la OSIM interpretó Los pinos de Roma de Ottorini Respighi, que fue ovacionada por el público. De acuerdo con el director del ensamble, es una pieza de cuatro movimientos de dificultad técnica y lo que inspiró a su autor fueron estos árboles situados en distintas partes de Roma.

 

La primera se llama Los pinos de la Villa Borguese y lleva al espectador por un paisaje que muestra a niñas y niños jugando; la segunda, Los pinos cerca de una catacumba hace referencia al misterio y la religión; la tercera es Los pinos de la colonia Janículo en la que se aprecia la belleza de los sonidos y por último, Los pinos de la Vía Apia es una marcha monumental que hace alusión un amanecer lleno de neblina.

 

Antes de concluir la presentación, el director artístico puntualizó que la Sinfónica Infantil de México es un proyecto que tiene el objetivo de reunir a la niñez y juventud mexicana que pueda combinar experiencias lúdicas, la alegría y el arte. Agregó que es un modelo de educación con una gran producción, pues cuenta con maestras y maestros comprometidos, y la gira es parte de un campamento de dos semanas que se realiza cada año. 

 

Finalmente, artistas y asistentes crearon una atmósfera de fiesta, a través de un popurrí de Mambos de Dámaso Pérez Prado, aplausos, bailes y rostros de alegría se observaron en el cierre de concierto