Mérida pierde cada año alrededor de 380 millones de pesos debido al manejo inadecuado de residuos sólidos por parte de los ciudadanos, según información oficial del Ayuntamiento de Mérida.

Estos recursos, destinados principalmente a labores de limpieza y recolección de basura en la vía pública, podrían invertirse en obras y servicios.

La capital yucateca genera 1,265 toneladas de basura diarias, pero entre 465 y 565 toneladas —casi la mitad— quedan fuera del sistema formal de recolección.

Gran parte de estos desechos termina acumulándose en calles, casas abandonadas y lotes baldíos.

En términos prácticos, esto equivale a entre 31 y 47 camiones recolectores llenos de basura cada día, o más de 200 mil toneladas al año que quedan fuera del control sanitario.

Un riesgo para la salud pública

Por cada bolsa de basura tirada de forma incorrecta se propicia la proliferación de moscos transmisores de dengue, zika y chikungunya, además de la contaminación de los mantos acuíferos que alimentan cenotes y pozos.

De acuerdo con datos del IMSS Yucatán, colonias del sur como San Antonio Xluch y San José Tecoh presentan los índices más altos de enfermedades gastrointestinales y respiratorias en menores de 10 años, coincidiendo con la presencia de hasta 15 tiraderos clandestinos por kilómetro cuadrado detectados en la zona.

Esfuerzos limitados

El programa Mérida Limpia, implementado por el Ayuntamiento, ha recogido 2,500 toneladas de desechos en 14 colonias durante 2025, lo que equivale a 9.7 toneladas diarias.

Sin embargo, estos esfuerzos representan apenas el 2% de la basura que se genera y no se recolecta adecuadamente, según estimaciones basadas a partir de la información de la Dirección de Servicios Públicos Municipales.

Los especialistas coinciden en que la clave para revertir esta tendencia está en fortalecer la educación ambiental y la participación ciudadana, con el objetivo de reducir los tiraderos clandestinos y evitar su transformación en focos de infección.

Un cambio que empieza en casa

Cada acción individual cuenta, apuntan los especialistas, es no tirar basura en la vía pública, separar los residuos desde el hogar y aprovechar los puntos verdes.

Son acciones simples que, aplicadas de forma constante, pueden generar un impacto real en el bienestar colectivo y reducir el costo ambiental y económico de la basura en Mérida.