En el día de la Santa Cruz, Cecilia Patrón Laviada, alcaldesa de Mérida, convivió con alarifes de una obra, cerca de la comisaría de Dzityá, con quienes departió una chicharreada.

La munícipe reconoció su labor como parte fundamental en la construcción de miles de hogares, pero también de la edificación de una ciudad ordenada y próspera, así como el esfuerzo para llevar el sustento a sus familias.

Con la tradicional chicharreada, la alcaldesa también compartió historias, así como logros, metas, inquietudes y acciones en pro de sus familias de la capital yucateca.

De buen humor, Patrón Laviada cotorreó con los maestros de la cuchara que la vieron llegar con todos los implementos para la taquiza.

Con habilidad, cortó el castacán, entresijo y la cáscara en una palangana de buen tamaño para que nadie se quede sin comer.

Después de preparar la chicharra, la alcaldesa repartió los platos de los tacos que lucían bien servidos.

“¡Salen con copia!”, dijo entre risas de los albañiles cuando les puso doble tortilla.

Ahí conoció a “Beethoven”, un lomito que acude siempre a la obra y hasta a él le tocó almuerzo.

“Ya vieron que no soy miedosa”, exclamó después de morder un chile habanero para darle sabor a la chicharreada.

ACOM