Este fin de semana, los cines Cinemex Canek, Galerías, Macroplaza y Uptown de Mérida se engalanan con el estreno de «La Laguna Rosa», una película que conmueve y sensibiliza sobre la discriminación que sufren las personas con síndrome de Down.

Esta cinta, nacida del sueño hecho realidad de dos hermanos, Mónica y Juan Arce, quienes la codirigieron junto al cinefotógrafo Francisco Gallo, ha recorrido un largo camino de ocho años hasta llegar a la pantalla grande.

La historia gira en torno a Arturo (Gerardo Oñate) y Mariana (Mónica Arce), una pareja de hermanos con personalidades muy diferentes. Él, superficial y vanidoso; ella, apasionada por el ballet. Cuando Mariana logra una importante presentación en Mérida, Yucatán, necesita la ayuda de su hermano para llegar.

El viaje que emprenden juntos se convierte en una oportunidad para que ambos se reconecten y reflexionen sobre sus vidas. Arturo se cuestiona por qué se alejó de su hermana, mientras que ella busca defender su individualidad y decisiones a través del baile, rompiendo con los estigmas y estereotipos que la sociedad impone a las personas con síndrome de Down.

«La Laguna Rosa» no solo es una película, es una misión. «Queremos visibilizar el síndrome de Down y mostrar que todos somos personas con problemas, necesidades, cualidades y defectos. La inclusión es fundamental en nuestra sociedad y la empatía nos permite ser mejores personas», afirma Juan Arce.

Para Mónica, esta película es la culminación de un sueño: ser actriz. Su talento la ha llevado a ganar 12 premios como Mejor Actriz en diversos festivales internacionales, incluso antes de su estreno comercial.

«Quiero mostrar que las personas con síndrome de Down podemos tener metas y logros, podemos ser actores, podemos ser lo que queramos», dice Mónica con convicción.

Más que una película, una experiencia

«La Laguna Rosa» no solo te hará reír y llorar, sino que te invitará a reflexionar sobre la importancia de la inclusión y la aceptación de la diversidad. Es una película que te conmoverá y te hará sentir empatía por las personas con síndrome de Down.