La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán otorgó la Presea al Mérito Humano a Yanelli Vega Ojeda y Pablo Alemán Góngora, por su trayectoria y contribución a la protección de los derechos de las personas mayores y las personas que viven con VIH, respectivamente.

Vega Ojeda es la directora general del Instituto Universitario Gerontológico de Yucatán (INUGEY), y Alemán Góngora es el presidente de la Red de Personas Afectadas por el VIH (REPAVIH).

En una emotiva ceremonia realizada en la Escuela Normal de Educación Primaria “Rodolfo Menéndez de la Peña”, se entregaron sendas preseas a las personas recipiendarias.

La Presidenta de la CODHEY, María Guadalupe Méndez Correa reconoció al trabajo de ambas personas recipiendarias y pidió que sus ejemplos de promoción y defensa de los derechos humanos permee en la sociedad.

Hablan los ganadores de la presea

En su mensaje, Yanelli Vega recordó el inicio de su vocación en la atención de las personas mayores hasta la fundación del INUGEY en el año 2012.

Reiteró que hoy, las personas mayores tienen varias alternativas para alzar la voz y nunca más ser silenciadas.

“Hoy nos muestran que se puede envejecer siendo y haciendo lo importante para cada quien, recuerden no están solos; si la familia no responde, están los amigos, los vecinos; si estos no responden, estamos nosotros la comunidad y las instituciones que siempre velaremos por su bienestar tal como lo hace la CODHEY y sus múltiples alternativas de difusión y trabajo hacia este grupo poblacional”, precisó.

En su mensaje, Pablo Alemán recordó la labor que realiza REPAVIH desde las acciones de prevención, elaboración de pruebas y acompañamiento a las personas que salen con un diagnóstico positivo.

Mensaje a la sociedad

En el marco del evento hizo dos invitaciones, la primera dirigida a la población en general.

“Les invito a actualizarnos como ciudadanía sobre la nueva realidad del VIH. Las personas con VIH tenemos la misma calidad de vida, podemos realizar una vida cotidiana como cualquier otra persona. No estamos enfermos. El VIH no es una enfermedad, el VIH es una condición de salud y es un virus que no nos define ni nos limita como personas”, indicó.

Y la segunda invitación la dirigió a empresas, comercios, restaurantes y cualquier otro centro de trabajo.

“La invitación es a ser congruentes y respetar la ley. Cada año vemos muchas empresas que se suman a los días conmemorativos en materia de derechos humanos, pero en la práctica siguen haciendo pruebas de VIH de manera obligatoria y, peor, despiden a las personas que tienen VIH”, precisó.

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Afirmó que una manera efectiva de apoyar a las personas con VIH es garantizar su permanencia laboral, así como erradicar en el ámbito laboral la desinformación y los prejuicios sobre el VIH que atentan contra los derechos humanos y violan la Ley Federal del Trabajo.

“Las personas con VIH somos igual de productivas y no representamos ningún riesgo ni nos la pasamos metiendo incapacidades como muchas veces se cree”, precisó.